EPOC: diagnóstico y tratamiento

Para diagnosticar la EPOC, el médico revisará nuestros signos y síntomas, analizará nuestros antecedentes e historia clínica, así como la exposición que hayamos tenido a irritantes pulmonares, específicamente al humo de cigarrillo.

 

Exámenes de diagnóstico de la EPOC

El médico podrá solicitar algunas pruebas para diagnosticar la enfermedad como las siguientes:

  • Pruebas de la función pulmonar, que miden la cantidad de aire que podemos inhalar y exhalar, y si nuestros pulmones están suministrando suficiente oxígeno a la sangre.
  • Espirometría, es otra prueba de la función pulmonar, en la que soplamos dentro de un tubo ancho conectado al espirómetro, el cual mide la cantidad de aire que pueden retener nuestros pulmones y la velocidad con la que sacamos el aire de ellos. Esta prueba puede detectar la EPOC incluso antes de que tengamos síntomas de la enfermedad. También se usa para hacer el seguimiento del avance de la enfermedad y para controlar el buen funcionamiento del tratamiento.
  • Otras pruebas de función pulmonar que puede ordenar nuestro médico es la medición del volumen de los pulmones, la capacidad de difusión y la pulsioximetría.
  • La radiografía torácica puede exponer el enfisema, una de las principales causas de EPOC y también puede detectar otros problemas pulmonares y una insuficiencia cardíaca.
  • La tomografía computarizada permite detectar el enfisema y ayuda a determinar si podemos beneficiarnos con una cirugía para la EPOC. También permite detectar el cáncer de pulmón.
  • Gasometría arterial, es un análisis de sangre que mide si nuestros pulmones están suministrando oxígeno a la sangre y eliminando el dióxido de carbono de la manera adecuada.

 

Tratamiento de la EPOC

Dependiendo de nuestro caso, el médico nos podrá recomendar medicamentos para tratar los síntomas y las complicaciones de la EPOC, entre ellos:

  • Broncodilatadores que relajan los músculos que rodean las vías respiratorias, ayuda a aliviar la tos y la dificultad respiratoria.
  • Esteroides inhalados u orales que pueden reducir la inflamación de las vías respiratorias.
  • Teofilina, un medicamento muy económico que mejora la respiración y previene las reagudizaciones.
  • Antibióticos para tratar las infecciones respiratorias como la bronquitis, la neumonía y la influenza, que agravan los síntomas de la EPOC.
  • Terapias pulmonares como oxigenoterapia pueden mejorar la calidad de vida.
  • Programas de rehabilitación pulmonar que combinan educación, actividad física, recomendaciones nutricionales y asesoramiento psicológico, mejoran de manera importante la calidad de vida de los pacientes.
  • La cirugía para reducir el volumen pulmonar es una opción para aquellos pacientes con formas más graves de enfisema que no tienen buenos resultados con los medicamentos, también puede hacerse una bulectomía para mejorar el flujo de aire, y, por último, el trasplante de pulmón para pacientes que cumplen con criterios específicos.
  • Caminar una hora diaria ayuda a la rehabilitación.

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